sábado, 10 de mayo de 2008

Relato sin nombre

Aun no era muy tarde cuando salí de casa, pero debió atardecer por el camino, no me di cuenta, ensimismado como iba en mis pensamientos. Cuando llegué a las puertas del cementerio ya apenas quedaban rastros de luz solar y la luna se dejaba ver. Era tarde, y el guarda del cementerio me advirtió que tendría que cerrarlo en unos quince minutos. Le contesté que no había ningún problema, que tendría tiempo de sobra, y con una sonrisa le di la espalda.

Caminé por los pasillos que dejaban las tumbas, acortando camino entre ellas hasta llegar a la tuya. Tu lápida era sencilla, tampoco habría podido pagar una más cara. Tan sólo tu nombre y tu foto enmarcada sobre la plancha rectangular de mármol. Tu foto… parecías tan bella, tan joven…

-Cómo estas flores. –continué en voz alta, mirando el ramo que llevé. Siempre había pensado lo estúpida que parecía la gente cuando, en las películas, les veía hablándoles a las tumbas en alguna de esas escenas hechas para darle emotividad a la historia. Y sin embargo, ahí estaba yo. Me sentía estúpido, si, pero no por hablarle a la lápida de un cadáver que yacía un par de metros bajo tierra, no por eso.

-Si, eras como estas flores. Bonita, alegre, olías bien. Siempre lo pensé. Luego me di cuenta de que eras exactamente igual que una flor, tanto en lo bueno como en lo malo. Si no riegas la planta de la que crece la flor, se pudrirá y se marchitará. Tú crecías de tu exigencia, y tenía que llegar el momento en que yo dejara de regarla. Cada vez querías más y más de mí, y sabes bien que me desvivía por dártelo. Pero cuando no te lo podía dar, era un ser malvado y cruel, y entonces me echabas la culpa de tus problemas. Y decías que si bebías era por mi culpa.

Busqué dentro de mi abrigo, en un bolsillo interior. Saqué una petaca medio vacía, con algo de alcohol que ni siquiera me había molestado en mirar que era.

-Te dejaste esto. No te lo pudiste terminar. Vaya, tantas botellas vacías y dejaste sólo esto. Te dio igual vomitar para seguir bebiendo, pero no pudiste dar un último trago, por lo que vi.

Abrí la petaca, dejando caer el pequeño tapón que rebotó contra el suelo. Con el licor que guardaba, regué las flores hasta que el recipiente estuvo vacío. Dejé la petaca sobre la tumba, y miré las flores. Saqué una cajetilla de tabaco.

-No creo que ahora te importe que fume. –Dije llevándome un pitillo a los labios.- Lo digo por que siempre me decías que te molestaba el humo.

Guarde la cajetilla. Volví a mirar la foto de la lápida. Si, definitivamente, había cogido una foto de tu mejor época, muchos meses atrás. Tampoco había más donde elegir, las fotos no se prodigaron más tarde. Con el pitillo en la boca, aun sin encender, dejé suavemente el ramo de flores sobre la tumba, goteando algo del alcohol que había derramado sobre ellas. No le quité la vista mientras sacaba una caja de cerillas. Prendí una y me la llevé al cigarro, pero luego no la apagué. Exhalé el humo de la primera calada por la nariz, mientras miraba la cerilla que se consumía entre mis dedos. Pronto la llama me quemaría las yemas.

-Si, las flores y tú os parecéis mucho. Siempre lo pensé, ya te lo he dicho, ¿no?

Y antes de que la llama consumiera la cerilla y me quemara, la arrojé hacia las flores. No tardaron en prender, rociadas como estabas de alcohol.

-Ahora os parecéis más. A las dos os quema lo mismo. Solo que a ti lo hizo por dentro.

Sin cuidado de que podía pasar con el fuego, salí del cementerio.

Me sentí estúpido. No por hablarle a una tumba. Por soportar tu infierno.

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He aquí un pequeño relato que escribí hace unas noches. Cómo todavía no podemos actualizar con nada referente a cómic (ambos proyectos están en preparación, tanto el de las tiras cómicas como el cómic de hadas, por llamrlo de alguna manera xD) pues he decidido poner este pequeño texto. Me salió por que sí; no hay nigún tipo de emoción personal volcado en él, nada de lo que está escrito se corresponde con la realidad, simplemente me vino a la cabeza y tuve que escribirlo.

Espero que os guste.

Ah, y a mi vuelta de Madrid, haré un reportaje sobre el Expomanga de este año, habrá fotos y hechos interesantes, no os lo perdais ^^

5 comentarios:

Chemi dijo...

Me ha encantado *0* Esto da para un comic corto en condiciones de unas cuantas paginas, y se lo podriamos proponer a Vity para su fanzine *_*

Cebadilla dijo...

Increible relato, fantástico, sensacional!
Y muy buena pagina, me encanta el trabajo que haceis.
Si no os importa, os enlazo a mi blog, www.latabernadecebadilla.blogspot.com
Soy Cebadilla, del foro de Saurom, supongo que Chemichan le sonará el nombre.

Aw dijo...

Me gusta, me gusta **

Menhdel dijo...

Gracias por los comentarios, me alegra que os guste ^^

Macarena dijo...

Me ha gustao un puñao! De verdad. Como dice Chemi, se podría hacer un cómic a partir de este relato, de unas pocas páginas. Eh, eh?